martes, 7 de abril de 2009

LA DIFERENCIA ESTABA EN EL COLOR, Y LA VELOCIDAD.


Aunque suene a racista, el sábado la diferencia estaba en el color, el Nastic tenia en su pantilla 3 jugadores de color, y sobre todo el numero 11 y el 21, que cada vez que tocaban el balón, enfilaban nuestro área como cuchillos, no por repetido, cuantas veces en debates acalorados con mi entorno mas cercano, les he dicho, si no podemos fichar calidad, fichemos velocidad, como aquel jugador de la época de los 90 que aterrizo aquí en Donostia, apodado con cariño el Txipiron Atkisson, esta claro, que vivimos de espaldas a muchas cosas, y una, es no tener en nuestra plantilla un par de jugadores de ese rango.


Otro debate que me daba dolor de cabeza el sábado, es porque no tenemos un centrocampista del filial ya en la primera plantilla, no tenemos creador de juego, y el centro del campo esta completamente roto, aunque la ilusión que me recorrió el cuerpo es ver como tenemos un portero de la casa, que siente los colores como nadie, y la cantera va dando sus frutos, y si miramos en el tiempo, Xabi Alonso, Llorente, Arteta y tantos, que otra cosa es que no los hayamos sabido aprovechar, pero Gipuzkoa sigue dando frutos, y debemos sacar tajada de ello, pero no olvidar que otras canteras, deben ser referente, no es moco de pavo el 6-1 de Bolivia a Argentina, hay países como Bolivia, Peru, Mejico entre otros, que tienen jugadores de primerisima linea, que deberían ser fichados con una edad prometedora y traídos a Zubieta, no se va acertar con todos, pero si Zubieta esta diseñado a ser una escuela de fútbol, demos pescar donde sea, el futuro del fútbol esta ahí, y su rentabilidad también.


Lo del sabado no debe ser un drama, hay que reconocer que no somos de los 3 mejores equipos de segunda, muchos diran que por plantilla si, yo lo pongo en cierta duda, otros diran que por nombre, la Real Sociedad debemos estar arriba, yo digo que en un simil con la cocina, tenemos muchos Txitxarros, algun que otro Verdel, pero Besugos de los buenos, contados.

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